miércoles, 19 de octubre de 2011

Patatas rebozadas con mejillones a la marinera

Hoy toca patatas, pero un poco mas especiales, lo vi en la tele, pero yo lo cambié un poco, estan muy ricas ya se que siempre se dice, pero es que es verdad, seguro que a vosotros tambien os gusta. 


Ingredientes
 3 patatas medianas
250 grs de mejillones limpios
1 puerro
1 cebolla pequeña
1 diente de ajo
2 tomates muy rojos
1 huevo
harina
vino blanco
perejil
aceite, sal y agua
Modo de hacerlo
En una olla con agua y sal coceremos las patatas con piel, las dejaremos enfriar en la misma agua de cocción.
Cuando ya las podamos coger con la mano las pelaremos y cortaremos en rodajas de 1 cms, pasar por harina y huevo batido, freir en aceite caliente. Reservar.
Limpiaremos los mejillones, en una olla caliente pondremos un chorrito de aceite y pondremos los mejillones que rocen el fondo, cuando esten abiertos repetir la operación hasta que los tengamos todos abiertos, cuando esten templados quitar de la concha y reservar. Guardar el jugo que quede.
En una olla plana con un poco de aceite pochar la cebolla y el ajo cortado en bronoise, cuando ya lo tengamos añadir el puerro cortado en trocitos y dejar pochar, cuando ya lo tengamos pondremos un poco de harina, mover bien un minuto y ponerle el vino blanco y un poco de agua, mover todo bien y añadir el tomate troceado y sin piel.
Dejar hervir, poner el azafrán machacado con un poco de sal en el mortero y añadirlo a la cazuela, en ese momento pndremos las patatas que teniamos reservadas, mover la olla y dejar hervir un poco a fuego lento, añadir el perejil picado y los mejillones, volver a mover la olla  dos o tres minutos y servir.

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Congelación


Estamos entrando en el tiempo de los platos de cuchara y me refiero a las legumbres, las hemos comido en verano, pero en ensaladas, ahora serán más consistentes y no está de más que tengamos congelados y previamente remojados, unos garbanzos, que en cualquier momento podemos usar, pues es la única legumbre que se tiene que poner con el agua hirviendo, por lo que si se nos ha olvidado el remojo lo tenemos al alcance de la
mano en nuestro congelador.
Con respecto a las alubias, es mejor congelarlas una vez cocidas, solamente con un poco de sal. Descongelar y cocinar al gusto, podemos cocer de una vez más cantidad y guardarlas en porciones para sacar lo que necesitemos, de ésta manera sobre todo para las personas solas no tienen escusas para comerse un plato calentito en invierno con poco trabajo.
Lo mismo podemos hacer con un buen caldo, para tomar un cosomé o ponerles unos fideos para la cena. Si usamos las ollas
rápidas, en
muy poco tiempo y poniéndolo en porciones será un aliado para esas noches frias cuando se vuelve del trabajo.