sábado, 8 de enero de 2011

Cuello de ternasco relleno con salsa de setas

 Esta es mi contribución al recetario Navideño con ternasco de Aragón, una carne que en casa nos encanta de todas las maneras.
 

Ingredientes 
1 cuello de ternasco de Aragón deshuesados
1 huevo
2 sabanitas de queso
150 de campiñones
2 cucharadas de mermelada de pimientos del piquillo
pimienta, aceite y sal
Para la salsa
2 zanahorias
1 cebolla
1 puerro,
1 tomate
Modo de hacerlo
En una sartén con un poco de aceite haremos una tortilla fina, reservar.
Salar el  cuello por dentro y extender en una de las partes la mermelada de pimientos, poner encima la tortilla y las sabanitas de queso, tapar con la otra parte del cuello y bridar.
En una sartén con aceite dorar el cuello por todos los lados y reservar.
En esa misma sartén pochar las verduras cortadas groseramente un poco, volcar en una olla rápida y añadir el cuello y un un chorrito de brandy, dejar evaporar y poner agua sin cubrirlo, poner sal y cerrar la olla, cuando hayan subido las rallas contaremos12 minutos, pasado ese tiempo dejar que baje el vapor.
Sacar el cuello y en caliente enrrollarlo en papel de aluminio, dejar enfriar, antes de cortarlo en rodajas quitarle el hilo de bridar.
Pasar las verduras por el pasapures, reservar.
Lavar y cortar los champiñones en cuartos y pasarlos por la sartén hasta que cambien de color y añadirlo a la salsa dejando que hierva todo junto 8 minutos.
Servir las rodajas con la salsa muy caliente.
Nota: Me doy cuenta que he olvidado decir que fué el carnicero quien deshuesó el cuello.
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Congelación


Estamos entrando en el tiempo de los platos de cuchara y me refiero a las legumbres, las hemos comido en verano, pero en ensaladas, ahora serán más consistentes y no está de más que tengamos congelados y previamente remojados, unos garbanzos, que en cualquier momento podemos usar, pues es la única legumbre que se tiene que poner con el agua hirviendo, por lo que si se nos ha olvidado el remojo lo tenemos al alcance de la
mano en nuestro congelador.
Con respecto a las alubias, es mejor congelarlas una vez cocidas, solamente con un poco de sal. Descongelar y cocinar al gusto, podemos cocer de una vez más cantidad y guardarlas en porciones para sacar lo que necesitemos, de ésta manera sobre todo para las personas solas no tienen escusas para comerse un plato calentito en invierno con poco trabajo.
Lo mismo podemos hacer con un buen caldo, para tomar un cosomé o ponerles unos fideos para la cena. Si usamos las ollas
rápidas, en
muy poco tiempo y poniéndolo en porciones será un aliado para esas noches frias cuando se vuelve del trabajo.